La producción de un texto comprende actividades que van
más allá de la escritura misma. Hay tareas previas
y posteriores a ella que no debemos descuidar. De modo general,
podemos decir que la producción de textos comprende tres
etapas:
La planificación
Etapa que corresponde a la generación y selección
de ideas, la elaboración de esquemas previos, la toma de
decisiones sobre la organización del discurso, el
análisis de las características de los posibles
lectores y del contexto comunicativo, así como de la
selección de estrategias para la planificación del texto.
Durante esta etapa habrá que dar respuestas a los
siguientes interrogantes:
Sobre las características de la situación
comunicativa:
¿A quién estará dirigido el
texto?
¿Cuál es la relación del autor con el
destinatario?
¿En calidad de
qué escribe el autor?: ¿a título personal?,
¿en representación de alguien?
¿representando a un grupo?
¿Con qué propósito escribe?
Sobre las decisiones previas a la producción del
texto:
¿Qué tipo de texto se escogerá de
todos los posibles?
¿Cuál será su aspecto general, la
silueta del texto?
¿Qué material se empleará? (textura,
tamaño de la hoja)
¿Qué instrumento se usará para
escribir? (lapicero, plumón, máquina de escribir,
computadora)
¿El instrumento escogido es conveniente para el
papel y el formato seleccionados?
La textualización
Es el acto mismo de poner por escrito lo que se ha previsto en
el plan. Lo que se
ha pensado se traduce en información lingüística, y esto implica tomar una
serie de decisiones sobre la ortografía, la sintaxis y la estructura del
discurso.
Durante la textualización se consideran algunos aspectos
como:
Tipo de texto:
estructura.
Lingüística Textual: funciones
dominantes del lenguaje;
enunciación (signos de
personas, espacio, tiempo);
coherencia textual (coherencia semántica, progresión
temática, sustituciones, etc.)
Lingüística oracional (orden de las palabras o
grupos de
palabras, relaciones sintácticas, manejo de oraciones
complejas, etc.)
La revisión
Orientada a mejorar el resultado de la textualización.
Se cumplen tareas como la lectura
atenta y compartida de lo escrito para detectar casos de
incoherencia, vacíos u otros aspectos que necesiten
mejoramiento. Se da respuesta a interrogantes, como:
¿Hay coherencia entre los diferentes apartados del
texto?
¿Las palabras empleadas están escritas
correctamente?
¿El registro
empleado es el más adecuado?
¿Sintácticamente las expresiones están
bien construidas?
¿Hay casos de impropiedad y ambigüedad?
¿Los pronombres y artículos mantienen la
referencia?
¿Hay unidad en la presentación de las
ideas?
¿Se cumple con el propósito
comunicativo?
La etapa de revisión incluye también la
reflexión sobre el proceso de
producción textual. En realidad, la
metacognición abarca las diversas etapas,
pues en todo momento tenemos necesidad de corroborar si estamos
haciendo bien las cosas o no. Durante las tres etapas, el escritor tendrá que estar
preparado para afrontar problemas de
tipo lexical o gramatical, problemas de organización textual y problemas de tipo
temático. La planificación, la textualización y
la revisión son importantes, pero también lo son el
propio autor, el lector y las variables
sociales que condicionan el proceso de producción. Cobra
relevancia, pues, la afirmación de que un texto es la
creación compartida entre el autor y el lector. Esto
refuerza la decisión de que los productos de
los alumnos sean compartidos con los demás
(compañeros, profesores, alumnos de otros grados) para ir
afirmando la responsabilidad de escribir lo que queremos, pero
pensando en los efectos que producirá en los demás.
Esto es, autonomía para tomar decisiones y
solucionar problemas. Definitivamente, la escritura es
un hecho social y, como tal, contribuye, además, al
desarrollo del
pensamiento crítico.
Estrategias para la
producción de textos escritos
Escritura cooperativa. Consiste en la
participación conjunta de los alumnos en los procesos de
planificación, textualización y revisión
del texto. Los alumnos forman grupos y deciden sobre qué
escribir, el tipo de texto, la estructura del mismo, a
quién dirigirlo, el registro lingüístico, el
material que se utilizará, etc. Decidido esto, pueden
escribir el texto previsto, intercambiando opiniones sobre
cómo hacerlo mejor. El texto colectivo es sometido a un
proceso de revisión en el que también participan
todos los alumnos, aportando ideas en forma reflexiva y
crítica. El papel del profesor es
orientar el trabajo.
Escritura por aproximación dialógica.
Es una situación de enseñanza en la que el profesor dice en
voz alta sus pensamientos y estrategias a
medida que va escribiendo, de tal modo que los alumnos van
internalizando los procesos de composición. Esta
estrategia
está muy relacionada con el modelaje, situación
en que un escritor experto (puede ser el mismo profesor)
dialoga con los escritores novatos para compartir los recursos y las
estrategias que emplea para la producción de sus textos,
pero trasladando progresivamente la responsabilidad a los
estudiantes.
La facilitación procedimental. Consiste en
brindar a los estudiantes una serie de ayudas externas, a
manera de fichas
autoinstructivas, sobre las diferentes etapas de la
producción escrita. Estas fichas son elaboradas de
acuerdo con los procedimientos
que regularmente siguen los escritores expertos, y que los
alumnos no son capaces de realizar por sí mismos.
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